Grafología Pedagógica

Aplicada a la Orientación Vocacional

Grafología Pedagógica

Aplicada a la Orientación Vocacional

Sandra María Cerro Jiménez

NARCEA, S. A. DE EDICIONES
MADRID

© NARCEA, S. A. DE EDICIONES, 2016

Paseo Imperial, 53-55. 28005 Madrid, España

www.narceaediciones.es

Cubierta: Aderal

ISBN papel: 978-84-277-1714-5
ISBN ePdf: 978-84-277-1765-7
ISBN ePub: 978-84-277-2241-5

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Índice

Prólogo, Francisco Viñals y Mariluz Puente

Introducción a la Grafología Pedagógica

1. Concepto e historia de la Grafología

¿Qué es la Grafología?

¿Por qué escribimos como escribimos? El cerebro y la escritura

Las zonas gráficas del cerebro humano. Origen cerebral del movimiento escrito.

Aplicaciones de la Grafología

Historia de la Grafología

Cómo nació la Grafología. El padre de la Grafología.

Principales escuelas grafológicas

Escuela mímica: La escritura como pequeños gestos. Escuela simbólica: La representación de lo escrito. Escuela rítmica: El baile de las formas. Escuela emocional: El estímulo inconsciente.

2. Teorías y prácticas de morfología

Premisas básicas de Grafología

Partes de la letra

Los ocho órdenes grafológicos básicos

1. El tamaño: El concepto de ti mismo

2. La forma: Eres como escribes, eres diferente

3. La inclinación: El afecto, las pasiones, los sentimientos

4. La dirección: El barómetro del estado de ánimo

5. La presión: Así eres de vital

6. La velocidad: La inteligencia y la agilidad mental

7. La cohesión: Tú y los demás

8. El orden y la impresión de conjunto: Tu propio mundo

Los blancos en la página

Estudio de la firma y la rúbrica

Nociones de grafología inductiva

1. La M mayúscula o la autoestima

2. La T minúscula o la autoridad

3. La A mayúscula o el autoconcepto

4. La D minúscula o la creatividad

5. La G minúscula o la sexualidad

6. La I minúscula o del detallismo

7. El óvalo o el ego personal

Coordenadas gráficas y simbología del espacio escrito

El color de la tinta

Interpretación grafológica de las fuentes de escritura de ordenador

3. Vocación y Orientación Vocacional

Concepto de “Vocación”. Grupos de origen de la decisión vocacional

Concepto de “Orientación Vocacional”. Teorías y modelos

Concepto de “Toma de decisiones”. Factores y sujetos que intervienen en la elección vocacional

El análisis grafológico de personalidad como instrumento de diagnóstico para la orientación vocacional

4. Las motivaciones personales. Principales competencias y perfiles vocacionales

Las motivaciones personales. La escritura y la motivación personal

¿Ciencias o letras? Zonas gráficas. Los tipos psicológicos de Spranger y Allport. Valores de vida.

Principales competencias vocacionales

Autoestima, autoconfianza y capacidad de automotivación. Extroversión e introversión. Autoeficacia y perseverancia. Inteligencia emocional.

Cuadro Psico-grafológico de Perfiles Vocacionales. Planes de carrera

A. Área de Humanidades. B. Área de Ciencias Sociales y Jurídicas. C. Área de Ciencias Técnicas. D. Área de Ciencias Experimentales y Ciencias de la Salud. E. Otros perfiles vocacionales.

Cuadro de Perfiles Vocacionales. Rasgos grafológicos

Aplicación práctica y ejemplos.

Epílogo

Bibliografía

A la memoria de mi madre,
guerrera de Vida,
valiente.

A mi padre y a mi hermana, por
su apoyo y su cariño en todo y siempre.

“Conoces lo que tu vocación pesa en ti.
Y si la traicionas
es a ti a quien desfiguras;

pero sabes
que tu verdad se hará lentamente,
porque es nacimiento de árbol
y no hallazgo de una fórmula”.

ANTOINE DE SAINT-EXUPERY

“Hay una íntima relación entre
el carácter,
la inteligencia, el alma,
las sensaciones emocionales del ser humano,
y su escritura”.

GOETHE

Prólogo

Es muy grato para nosotros prologar esta amena y científica obra de nuestra colega Sandra Cerro, profesional con una excelente trayectoria en las especialidades grafológicas y que merece nuestro reconocimiento por la elogiable dedicación que le ha ocupado esta investigación, y también nuestro agradecimiento por el afecto que nos demuestra confiándonos el honor de elaborar estas líneas.

En su momento ya valoramos muy positivamente la formación que supo escoger para especializarse, con las dificultades que suponía tener que viajar constantemente para asistir a las clases, pero el interés, fuerza de voluntad y capacidad de sacrificio de Sandra suplieron perfectamente estos inconvenientes, alcanzando un mérito extraordinario que debemos atribuirle; y vista día a día su evolución en grafología y psicopedagogía no podemos más que sentirnos muy orgullosos de quien fue discípula y ahora es compañera profesora.

Ya siendo alumna de nuestros programas en la UAB, Sandra Cerro daba probadas muestras de que asimilaba de forma idónea los conceptos del Grafoanálisis Transaccional de tal manera que lograba identificar a la perfección cada una de las exteriorizaciones de los estados del Yo, y atisbábamos en ella su capacidad para trascender a la mera aplicación de los conceptos aprendidos, y ciertamente vemos ahora que, con una pedagogía magistral donde se ha servido de su indiscutible capacidad creativa, ha sabido transmitir su innovadora elaboración de conceptos ratificados con sus experiencias. Ciertamente hemos visto trabajos de gran calidad en que expresa con arte y maestría el carácter epistemológico de las técnicas grafológicas, y el presente libro es prueba de ello.

Con su indiscutible labor de análisis y síntesis, nos aporta un auténtico instrumento actualizado para la orientación vocacional. Tenemos pues como resultado una obra que contribuye a valorar la grafopsicología en su interdisciplinariedad pedagógico-social y educativa pues reúne todos los elementos para ser considerada como referencia, tanto para el área de las ciencias del grafismo como para los estudiosos de la personalidad evolutiva; gracias a ella los pedagogos y profesores dispondrán de este instrumento riguroso y especialmente útil en la práctica orientativa educacional, llenando un vacío que lamentábamos en estos últimos años, motivo por el que celebramos doblemente este alumbramiento tan necesario.

Felicitamos pues a Sandra Cerro por dignificar la profesión de Grafoanalista con esta obra que indudablemente será referencia de la grafología universitaria.

FRANCISCO VIÑALS y MARILUZ PUENTE
Directores del Master en Grafoanálisis Europeo
Universidad Autónoma de Barcelona
Barcelona, 2009

Introducción a la Grafología Pedagógica

Grafología. Una pequeña gran ciencia que suscita curiosidad y no menos apasionado interés. Pequeña es por ir de la mano como hermana menor de la Psicología, y por ser lamentablemente aún una gran desconocida. Pero es grande también por ser uno de los tests proyectivos de personalidad más completos de entre los que puedan existir.

Como acertadamente formuló la grafóloga Matilde Ras “la escritura es el espejo encantado donde se refleja la faz misteriosa del alma”. Lo que escribimos es lo que somos, nuestra escritura es la imagen en el espejo de nuestra personalidad, total y globalmente apreciada, y de ahí su incalculable valor psicológico. ¿Acaso no te has preguntado alguna vez por qué no existe una escritura igual a otra; por qué existen incalculables formas y variantes de tamaños, de presiones, de ángulos de inclinación; cómo sin darnos cuenta podemos imprimir emociones y estados de ánimo concretos en lo que escribimos; o por qué elegimos como seña de identidad un estilo de rúbrica u otro a la hora de plasmar nuestra firma?

Quisiera dar respuesta a éstas y a otras muchas cuestiones con esta obra. Me gustaría que el lector o lectora pudiese descubrir con su lectura cómo nuestra escritura nos desnuda y nos desvela, y la utilidad que el estudio de ese alma al descubierto tiene dentro de las múltiples aplicaciones de esta pequeña gran ciencia, centrándonos concretamente, en este caso, en el ámbito de la orientación vocacional.

La Grafología no es ni mucho menos una ciencia de reciente aparición, aunque sí podemos considerar que su aplicación al ámbito pedagógico y educativo esté cobrando fuerza precisamente en los últimos años. Aprovechando pues este auge, junto a la cada vez mayor implantación de la orientación vocacional no sólo en las instituciones educativas sino también en el ámbito de la empresa, y también las lagunas editoriales con respecto a esta aplicación de la Grafología a la orientación vocacional, he querido presentar esta obra, que irradia frescura y un elevado nivel de utilidad e interés tanto para educadores, orientadores y pedagogos, como para profesionales de la psicología en todas sus ramas, y también para grafólogos que quieran completar su formación acercándose a esta especialidad pedagógica.

La raíz de este libro fue el temario de un “Curso de Grafología aplicada a orientación vocacional”, que impartí en la Facultad de Educación de la Universidad de Zaragoza, a comienzos del año 2009, de la mano de la Asociación de Psicopedagogía de Aragón que confió en este proyecto hasta entonces inédito. Esta iniciativa dio como resultado que un gran número de alumnos, procedentes de distintos estudios y profesiones, bañados por la curiosidad y también por una cierta desconfianza hacia lo que esta materia pudiese llegar a aportarles, se convirtiera en un grupo de alumnos enamorados de la Grafología. Y fue este triunfo pedagógico el que me hizo plantear el temario como libro, aderezándole con nuevos materiales y más ejemplos prácticos para una mejor y más fácil asimilación de los contenidos.

Es una obra que puede ser leída por un público general, curioso de la grafología y de su aplicación al ámbito educativo, pero cierto es que está especialmente dirigida y puede constituir un material sumamente interesante y útil para profesores y profesionales de la pedagogía, la psicología y la orientación vocacional. ¿Por qué? Pues porque proporciona una nueva visión y un enfoque totalmente práctico de la Grafología como herramienta eficaz, ágil y, ante todo global, para el conocimiento del individuo que, en este caso, sería el alumno o la alumna. Un alumno a punto de echar el paso para elegir su vocación o profesión de futuro, un alumno pleno de inseguridades y circunstancias propias de la adolescencia, un alumno con una escritura de madurez incipiente que puede delatar no sólo su ahora sino también dar atisbo de su potencial futuro, un alumno lleno de motivaciones, de ilusiones y de sueños por realizar.

La novedad de la grafología frente a otros tests de orientación vocacional está en que la escritura, insignia personal del alumno evaluado, no arroja como resultado lo que el alumno elige ser de entre una baraja de vocaciones, sino lo que el alumno realmente es o está óptimamente preparado para ser.

Ante el educador u orientador, la escritura de ese alumno supone una revelación, la imagen real del mismo, una personalidad totalmente única e irrepetible al descubierto, un conjunto de aptitudes, de actitudes y de motivaciones al desnudo.

Esta obra –investigación inédita basada en estudios deductivos de grafoselección de personal, y en valoraciones inductivas partiendo de las competencias personales y profesionales diseñadas por la ANECA para las distintas carreras y estudios, de cara al nuevo Espacio Educativo Europeo–, constituye pues para el orientador el reto apasionante de poder encontrar en el alumno a un diamante en bruto tan sólo con saber hurgar entre unas cuantas líneas de su escritura.

Al presentar este libro, he querido contar con el apoyo que, desde su experiencia en las áreas de la enseñanza y la grafología, podían aportarme algunas voces que han querido pronunciarse sobre él.

El profesor José Gaspar Birlanga se expresa como sigue: “Esta obra revela que tras la escritura de toda persona hay todo un conjunto de vibraciones ocultas que con la interpretación adecuada es posible convertirlas en un sonido audible, en una vocación profesional reconocible.

Sin duda que al docente en general y al orientador en particular –ni qué decir tiene para la gestión de los recursos humanos– no le pasarán inadvertidas las virtudes de este libro en la medida en que dota de unos instrumentos precisos que transforman los trazos, en no pocas ocasiones incomprensibles para el propio emisor, en grafías claras, los ruidos en sonidos motivacionales, en articulaciones adquiridas, actitudinales, o/y en disposiciones naturales, aptitudinales.

La contribución que estas técnicas e instrumentos, claramente expuestos, pueden realizar en el ámbito de la educación, formación y selección no pueden ser preteridas. Me sumo al parecer de quienes, no pocos, mantienen que detrás de una ocupación/orientación pedagógica, por genérica o mínima que pueda ser, se esconde toda una fascinación por ver crecer al otro.

Así, este libro revela que tras la escritura de toda persona, y con los conocimientos y procedimientos adecuados, puede reconocerse todo un conjunto muy complejo pero también muy preciso de rasgos, de grafías que confieren a su autor una tonalidad, un carácter específico. La grafía, desde el punto de vista que se adopta en este libro, apunta a una sismografía de la personalidad en general y de la motivación en particular. Esa apelación es también parte de su mérito: propiciar también una lectura vertical que vaya más allá de lo escrito, o, si se nos permite, acercarse a la meta-escritura en la escritura.

El trabajo de Sandra Cerro traza el camino a recorrer para superar dicotomías mal consideradas irresolubles o estancas: a desvelar lo interior por lo exterior, a desvelar el contenido desde la forma, el sentido desde el trazo, la vocación desde la escritura. Forma y contenido, exterior e interior, y otras dicotomías afines son propedéuticas, pero ir más allá de esa condición permite considerarlas como dos maneras o modos de hacer emerger rasgos de la personalidad. Escribir, ‘grafías’, es una forma de hacernos visible lo invisible, legible lo ilegible.

Por ello, globalmente, cabe reconocer un mérito final: su capacidad de sugerencia. Efectivamente, terminar de leer el libro no supone acabarlo. El texto sigue hablando cuando se silencia. El sentido va más allá, no concluye o se desvanece, sino que impele a ponerlo en práctica para volver a fascinarnos con el crecimiento del otro”. (José Gaspar Birlanga Trigueros. Profesor de Estética y Teoría de las Artes. Universidad Autónoma de Madrid).

Y Alejandra V. Capriglione añade: “A medida que crecemos se despiertan nuestros dones: vamos experimentando vivencias que moldean nuestra personalidad, nuestra forma de sentir y de actuar en el mundo. Surgen intereses y gustos que llaman nuestra atención y nos generan curiosidad. Descubrimos que tenemos ciertas habilidades, que hay determinadas cosas que nos resultan fáciles de hacer, que nos hacen sentir confianza en nosotros mismos, nos inspiran y nos brindan placer. Una motivación permanente nos llama y nos mueve a seguirla. Hemos descubierto nuestra vocación. Escrito de este modo parece simple, pero muchas veces otros factores surgen a nuestro alrededor: nuestra situación emocional al momento de elegir, las ofertas del medio, lo que la familia espera de nosotros, el entorno social y cultural, la realidad económica…

Nuestra identidad vocacional es un aspecto de la identidad personal, por lo que es muy importante tener una autoimagen clara y firme ante nuestra elección. Y es en este punto donde la Grafología puede resultar una herramienta valiosísima, una importante ayuda para descubrir quiénes y cómo somos para avanzar en el camino de la autorrealización. Para ello, el análisis de los distintos aspectos de nuestros trazos es el recurso que nos permite descubrirnos: el tamaño de la escritura reflejará el autoconcepto y el grado de valoración de nosotros mismos; la inclinación y enlace de letras, nuestras aptitudes para el contacto humano y nuestra relación con el entorno; la presión, nuestra vitalidad; la rapidez del trazado, nuestro tipo y velocidad de pensamiento; y la dirección del escrito, nuestros estados de ánimo, entre otros.

Tanto quienes estén atravesando este proceso de conocerse y reconocer sus gustos, aptitudes e intereses a fin de encontrar su proyecto de vida, como quienes se desempeñan en el área de orientación vocacional, encontrarán en esta obra de Sandra Cerro un valioso aporte, recordando siempre que ‘son las personas las que construyen las carreras, no al revés’, y que si lo que se hace se hace con pasión, la seguridad laboral y económica serán una consecuencia. Aristóteles decía: ‘Ahí donde se cruzan tus dones y las necesidades del mundo, está la vocación’”. (Alejandra V. Capriglione de Venerus. Grafoanalista. Buenos Aires-Argentina).

Antes de concluir esta introducción al libro quiero dejar constancia de mi gratitud. En primer lugar a mis profesores, Mariluz Puente y Francisco Viñals (Universidad Autónoma de Barcelona), por su constante apoyo y sus muestras de cariño y amistad que han constituido una de mis mayores motivaciones para escribir esta obra.

A José Gaspar Birlanga que ha ejercido verdaderamente –y una vez más–de “profe” con sus geniales sugerencias para esta obra y con su aporte de valiosísimas muestras, que han sido pieza fundamental y base en esta investigación.

A Patricia Cerro y Patricia Centenera por esos ratitos que se pasaron ideando y dibujando las preciosas y creativas ilustraciones de esta obra.

A Alejandra Capriglione (Grafóloga), por su amistad mágica e imprescindible, más allá de la distancia física, y por compartir mi contagioso entusiasmo por la Grafología.

A Juan Antonio Planas (Presidente de la Asociación de Psicopedagogía de Aragón) no sólo por regalarme su confianza en los inicios de este proyecto como curso, sino además por brindarme la posibilidad de lanzarlo y poder compartirlo con unos alumnos sensacionales.

A Isabel Sánchez-Bernuy (Grafóloga), profesora y amiga, porque gracias a sus apasionantes clases y a sus excepcionales consejos me he convertido en la grafóloga que ahora soy.

A Paloma Román (Profesora de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid) por sus valiosas sugerencias y por encenderme alguna que otra bombilla.

Y, finalmente, por haberme cedido, de buenísimo grado y de una forma totalmente desinteresada, muestras de escrituras –propias o de amigos y conocidos– de distintos ámbitos profesionales, indispensables para una investigación grafológica, a un sinfín de amigos, alumnos y clientes.

Mil gracias a todas y todos porque, sin vuestra colaboración, esta obra no habría sido posible.

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Concepto e historia de la Grafología

¿QUÉ ES LA GRAFOLOGÍA?

La Grafología es una técnica científica (algunos no se han atrevido a llamarla “ciencia”, y otros han optado por considerarla “pseudo-ciencia”; así que el término medio “técnica científica” parece no comprometer...), que estudia la personalidad global del individuo, a través del análisis de su escritura.

“Tu escritura es una emanación íntima de ti mismo. Son tus nervios y tus músculos quienes, por mediación de tu mano, transmiten a tu pluma los movimientos necesarios a la manifestación gráfica de tus pensamientos. También tu voluntad entra en juego, ya que ella manda los gestos indispensables para la formación de la escritura. En fin, cada persona, según su temperamento, su estado de salud, su edad y sus cualidades propias, imprime a su escritura una marca personal que la hace ser reconocida entre una cantidad de otras escrituras, de la misma manera que podemos identificar a un individuo por los rasgos de su rostro, su mirada y su actitud general.”

ANDRÉ LECERF

Así como, al observar a una persona que nos habla, captamos de ella tanto sus palabras, la información que nos transmite con su voz, como toda una serie de gestos que la acompañan, gestos vivos, en el rostro, las manos, etc., cuando observamos el manuscrito de alguien, también nos llega su mensaje a través del texto, la información escrita, pero también acompañada del gesto vivo del movimiento escritural. ¿Por qué ninguna escritura es idéntica a otra?

El científico y grafólogo francés Jules Crépieux Jamin, al iniciar su exposición del método grafológico, contesta a nuestra pregunta con el siguiente análisis:

“La diversidad de escrituras es algo prodigioso (...) El trazado de un solo palote permite nada menos que 8.549 millones de variaciones. Aplicando análogos cálculos al de la cifra 1, teniendo en cuenta sus distintas formas caligráficas y tipográficas y sus eventuales combinaciones con otra cifra o alguna letra, llegamos al total aproximado de: 857.560.902.216.027.392.000.000.000. Para las 26 letras y cifras de nuestro alfabeto obtenemos un 1 seguido de mil setecientos ceros”.

A pesar de lo increíble de estos cálculos, Crépieux Jamin matiza que estas cifras no son nada si en ellas tomamos como base del cálculo letras más complejas, tales como la B, H, M, R, F, etc. En tal caso, las cifras se multiplicarían de forma extraordinaria. Así pues, el maestro concluye diciendo: “ninguna escritura es idéntica a otra: he aquí la mejor prueba de la posibilidad de la ciencia grafológica”.

¿POR QUÉ ESCRIBIMOS COMO ESCRIBIMOS? EL CEREBRO Y LA ESCRITURA

Las zonas gráficas del cerebro humano

No deja de ser curiosa la evolución que ha tenido el cerebro humano desde hace millones de años, desde los antiguos primates hasta el ser humano de hoy. Esta evolución se ha desarrollado, tal y como se manifiesta en el crecimiento del embrión, de abajo hacia arriba. Si observamos la imagen, lo comprenderemos mejor:

Primeramente tendríamos el “complejo reptiliano”, que se denomina así por ser el propio de la Edad de los Reptiles, el cerebro más primitivo y más básico que está compuesto por el tallo encefálico y el sistema olfativo, y en él se generan las funciones vitales más primarias tales como los movimientos automáticos, la respiración y las reacciones metabólicas. Podríamos decir que éste es el cerebro más instintivo, más animal, menos humano.

El que aporta “humanidad” al cerebro es el “sistema límbico”, el nuevo estrato del cerebro que apareció con los primeros mamíferos. “Límbico” deriva del latín “limbus” que significa “anillo”, y el anillo que rodeó a las funciones instintivas básicas fue el de las emociones.

El componente esencial del sistema límbico, junto con el hipotálamo, es la amígdala. La amígdala es una pequeña almendrita (de ahí su nombre), situada sobre el tallo encefálico y junto al anillo límbico, que es la que controla las emociones, las pasiones, los sentimientos, en conexión con las demás partes del cerebro, y también está muy ligada a las funciones de aprendizaje y de memoria.

Por último, el “neocórtex” es la más nueva y definitiva corteza en la evolución del cerebro humano, es el procesador de datos, el cerebro pensante, el que es capaz de reflexionar y pensar sobre las emociones que, interconectadas con él, son a su vez capaces de sentir los pensamientos y las ideas.

Vemos pues un universo cohesionado en la evolución y en la historia, representado en ese conjunto de células y neuronas que es el cerebro, que refleja a su vez una estructura superior, la del cuerpo humano: mente, corazón e instinto, y que este ente humano es además capaz de plasmar en su espejo gráfico: la escritura.

Vemos y entendemos así más fácilmente la estrecha relación que existe entre el ser humano y sus funciones cerebrales, los elementos de la naturaleza que nos conjugan con el Todo universal, y el reflejo de éstos en la simbología espacial de la palabra escrita:

La mente, el cerebro racional (neocórtex), es la cabeza, la copa del árbol, la cresta o hampa en el gesto gráfico, donde se encuentran representadas las ideas, los pensamientos, la imaginación, la fantasía; en definitiva, el intelecto y también la espiritualidad.

El corazón, el cerebro emocional (sistema límbico), es el tronco del ser humano y del árbol, el cuerpo central del escrito, donde se halla reflejada la matriz, el Yo y sus manifestaciones tales como los afectos, las emociones, las pasiones y los sentimientos.

El instinto