COMITÉ CIENTÍFICO DE LA EDITORIAL TIRANT HUMANIDADES

Manuel Asensi Pérez

Catedrático de Teoría de la Literatura y de la Literatura Comparada

Universitat de València

Ramón Cotarelo

Catedrático de Ciencia Política y de la Administración de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Nacional de Educación a Distancia

Mª Teresa Echenique Elizondo

Catedrática de Lengua Española

Universitat de València

Juan Manuel Fernández Soria

Catedrático de Teoría e Historia de la Educación

Universitat de València

Pablo Oñate Rubalcaba

Catedrático de Ciencia Política y de la Administración

Universitat de València

Joan Romero

Catedrático de Geografía Humana

Universitat de València

Juan José Tamayo

Director de la Cátedra de Teología y Ciencias de las Religiones

Universidad Carlos III de Madrid

Procedimiento de selección de originales, ver página web:

www.tirant.net/index.php/editorial/procedimiento-de-seleccion-de-originales

EUGENIO MAZZARELLA

La identidad humana como programa estacionario metafísico

Traducción

JOAQUIN MUTCHINICK

tirant humanidades

Valencia, 2016

Copyright ® 2016

Todos los derechos reservados. Ni la totalidad ni parte de este libro puede reproducirse o transmitirse por ningún procedimiento electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación magnética, o cualquier almacenamiento de información y sistema de recuperación sin permiso escrito del autor y del editor.

En caso de erratas y actualizaciones, la Editorial Tirant Humanidades publicará la pertinente corrección en la página web www.tirant.com.

Pubblicato con un contributo del Dipartimento di Studi Umanistici. Università degli Studi di Napoli Federico II.

© Eugenio Mazzarella

© TIRANT HUMANIDADES

TITULO ORIGINAL: Vie d’uscita. L’identità umana come programma stazionario metafisico

EDITA: TIRANT HUMANIDADES

C/ Artes Gráficas, 14 - 46010 - Valencia

TELFS.: 96/361 00 48 - 50

FAX: 96/369 41 51

Email:tlb@tirant.com

www.tirant.com

Librería virtual: www.tirant.es

DEPÓSITO LEGAL: V-1357-2016

ISBN 978-84-16349-5-

MAQUETA: Tink Factoría de Color

Si tiene alguna queja o sugerencia, envíenos un mail a: atencioncliente@tirant.com. En caso de no ser atendida su sugerencia, por favor, lea en www.tirant.net/index.php/empresa/politicas-de-empresa nuestro Procedimiento de quejas.

Prefacio
TRASCENDERE RESTANDO

“Cambiar el mundo no es suficiente; también hemos de conservarlo”1. Con estas palabras, Günther Anders resume en una fórmula enérgica y sugestiva el problema y la intención de uno de los pensamientos que mejor caracterizan —explícitamente o a través de su inversión dialéctica— la situación espiritual del hombre a partir del siglo XX. El hombre moderno, dotado de la capacidad técnica de modificar el mundo y a sí mismo de manera definitiva e imprevisible, ha empezado a tomar conciencia de la necesidad de incluir en los cálculos que guían su actuar las condiciones biológicas y culturales que definen —y en muchos casos más o menos probables, hasta deciden— su estadía en la tierra. Nacida con el miedo de la bomba atómica, crecida bajo el signo de un descreimiento radical en la providencia divina y en la racionalidad de la historia, madurada a la sombra de la potencia técnico-científica cada vez más incisiva y automática del hombre, esta posición (que Anders califica provocativamente, dado el inconformismo que representa, como “conservadurismo ontológico”2) se ha convertido, con toda su gama de diferencias y contradicciones, en un interlocutor inevitable a la hora de pensar las consecuencias sociales, económicas y ambientales del comportamiento humano.

En esta tradición de pensamiento —que, si bien nueva en cierto sentido, puede considerarse como el fruto temporal de una reflexión milenaria del hombre sobre sí mismo— se inscribe el libro de Eugenio Mazzarella, La identidad humana como programa estacionario metafísico; un libro que indaga la posibilidad que tiene el hombre moderno de continuar su aventura en el cosmos, su errática evolución cultural y biológica, en el marco contenedor de una dinámica invariable —“estacionaria”, como dice su título— que le permita conservar la especificidad a partir de la cual se reconoce como lo que es. Un libro en el que se analiza y se construye un programa de resistencia identitario —según la definición de intentos del propio autor (cfr. p. 26)— sobre la base de una idea fundamental: si el ser humano aspira a conservar la forma de vida que es, si quiere seguir siendo el animal que se hace naturalmente a sí mismo a través de la cultura, faber homo suae fortunae, entonces necesita reconocer los límites y las condiciones de posibilidad de su actuar; sólo de este modo puede devenir lo que es, solamente así puede transformarse de por vida sin perderse a sí mismo.

El hilo conductor del volumen (cuyos capítulos son en parte inéditos, en parte artículos publicados en italiano y alemán entre 1998 y 2003) es el esfuerzo de pensar el Hoy a la luz de esta problemática, una tarea que Mazzarella se ocupa de redefinir “con Heidegger y después de Heidegger”3, procurando neutralizar el riesgo —inherente a la Seinsfrage heideggeriana— de transformar la labor teórica en una “evasión hacia una pura vida de la mente”4, en una inerte contemplación consciente de lo ineluctable. Mazzarella, de hecho, no propone en las páginas que estamos introduciendo un programa meramente especulativo, sino un proyecto de carácter práctico: “La Cosa del pensar, to pragma auto, es la acción misma del pensar, su ser en acto: para él la cosa más digna de ser y de escuchar. Al pensar pertenece siempre la tarea de estar en vida como pensamiento. Para el pensar, su pregunta crítica es su autosubsistencia, es decir, las condiciones de posibilidad de su subsistencia”5. El pensar que piensa el Hoy mantiene una relación intrínseca con la esfera de la acción y no puede, o mejor dicho, no debe dejar irresponsablemente en manos del destino —contentándose de reflexionar sobre la situación óntica que le ha tocado, que le ha sido decretada— la subsistencia (o la cancelación) de la posibilidad íntima del Dasein de llegar a ser sí mismo pasando por lo abierto del mundo (cfr. cap. I y II). La actividad especulativa no debe poner entre paréntesis su incidencia sobre el hombre y el mundo si no quiere incidir con la misma eficacia pero de manera inconsciente. En este sentido, el pensar que piensa el Hoy tiene una tarea ineludible en la época presente: indagar “las condiciones de pensabilidad y mantenibilidad de su propia autosubsistencia en lo Abierto del mundo”6.

Esta meditación sobre lo que está en acto en el Hoy pone de relieve una serie de problemas teóricos centrales para la fundación del programa estacionario metafísico que el libro presenta: la desorientación ética que comporta la experiencia moderna de la “muerte de Dios” (cfr. cap. IV y V), la dificultad y la urgencia de dar un perímetro al espacio psicobiológico que constituye la identidad humana —lo que antiguamente se decía su “naturaleza” o su “esencia”— (cfr. cap. VI y IX), la posibilidad de comprender dicha identidad psicobiológica, la forma de vida abierta al mundo que somos, como un vínculo normativo de la acción cultural humana (cfr. cap. VII). Afrontando estas cuestiones y otras relacionadas, Mazzarella desarrolla las líneas generales de su argumentación: el carácter abierto, culturalmente activo de la existencia humana, la específica actividad metafísica que consiste en trascender los contornos puramente físicos del ambiente (Umwelt) para instituir un mundo (Welt), tiene que mantenerse en el espacio desde el cual y en el cual trasciende para poder seguir reconociéndose a sí misma como actividad propiamente humana, para poder autocomprenderse como la acción de un proyecto abierto, deveniente, de la naturaleza; de otra manera, si no asume la tarea de conservar su identidad psicobiológica como posibilidad invariante de su continua evolución cultural, la actividad humana corre el riesgo de trascender su propia posibilidad de trascendencia, de ir más allá de lo que es, de caer fuera de sí misma:

Noi, che non possiamo non trascendere, siamo tenuti —condannati se si vuole— a trascendere restando; come responsabili di noi, e in noi della specie, questo è il nocciolo di tutto il nostro agire morale7.

Trascendere restando suena, por lo tanto, la indicación fundamental de la propuesta filosófica de Mazzarella que presentamos por primera vez al público de habla hispana; una indicación que es al mismo tiempo una advertencia y una esperanza; una indicación que tiene el valor de poner ante un preciso deber moral a la humanidad contemporánea y a su frágil, condicionada —de muchas e impensadas maneras condicionada— libertad constitutiva.

Joaquín Mutchinick


1 G. ANDERS, Llámese cobardía a esa esperanza, trad. de L. Bredlow, Besatari, Bilbao (1995), p. 84.

2 Ibíd.

3 Infra p. 30.

4 Infra p. 51.

5 Infra p. 31.

6 Infra p. 50.

7 Cfr. infra, p. 12: “Nosotros, que no podemos no trascender, estamos obligados —condenados, si se quiere— a trascender permaneciendo; como responsables de nosotros mismos, y en nosotros mismos de la especie. Este es el núcleo de todo nuestro actuar moral”.