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© Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC)

Primera publicación: Junio 2015

Edición: Diana Félix

Corrección de Estilo: Luigi Battistolo

Diseño de portada: Roxana Ishii

Foto de carátula: Alexandro Valcárcel

Imágenes de fotomontaje: bollywoodmdb.com

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Primera edición: Junio de 2015

Versión ebook 2015

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Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC)

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Lossio Chávez, Felix y Vargas Negrete, María del Carmen. Sueños de oriente. Consumo de Cine de la India y telenovelas coreanas en el Perú

Lima: Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), 2015

ISBN (Epub): 978-612-318-028-7

ISBN (Mobi): 978-612-318-028-7

Industria cinematográfica / Películas cinematográficas / Cine / Telenovelas / India / Corea

791.4095 LOSS

Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, ni registrada o en transmitida por un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electróptico, por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, de la editorial.

El contenido de este libro es responsabilidad del autor y no refleja necesariamente la opinión de los editores.

Prólogo

“Si eres un bien arrebatado al cielo
¿Por qué las dudas, el gemido,
el llanto, la desconfianza, el torcedor quebranto,
las turbias noches de febril desvelo?”

Así comienza un peculiar poema de Gonzales Prada dedicado al amor donde el pensamiento anarquista cede para cuestionar la siempre eterna contradicción de un sentimiento que las ciencias sociales, no puede describir mejor de lo que lo ha venido haciendo el arte. Y es escribiendo estas líneas que me viene el recuerdo de una conversación que tuve hace ya muchas lunas con nuestro recordado profesor, el antropólogo Fernando Fuenzalida, sobre el amor quien frente a una taza de café en un bar en Barranco me decía señalándola: «mira explicar el amor desde la antropología, es como querer explicar el café científicamente; podemos explicar los componentes del agua, el café y el azúcar pero nunca, nunca podremos explicarnos el sabor».

Este libro si bien no tiene la intención de explicarlo tiene mucho sabor. Creo que logra el objetivo de mostrarnos la percepción del amor como una variable que nos permite entender los discursos fundacionales de nación que han circulado en una serie de narrativas que hablan de las tensiones de las divisiones sociales. Relatos populares que han circulado en distintas realidades post coloniales han generado en la construcción de un “nosotros”, encarnados por historias de Romeos y Julietas enfrentando sentimientos individuales con perspectivas colectivas de leyes estrictas en donde se determina quién debe emparejarse con quien.

El sabor del texto que nos convoca viene dado por la creatividad e inteligencia de Felix y Carmen que hacen un doble proceso al entender estas narrativas románticas no solo desde el propio contexto en que son producidas sino en su empate con la realidad local donde se genera una importante comunidad de consumo que curiosamente es a la vez masiva y subterránea pues los productos audiovisuales que circulan en las galerías de las ciudades peruanas son generalmente copias piratas generando una red con una propia lógica en sí misma, es decir, el consumo informal de las lógicas informales del amor. Estas historias de amor rebelde vinculan tanto a Corea del Sur, al Sub continente Indio y a nuestra realidad. Y es que el concepto de amor dulce, amor endulcorado o amor que exige lucha, amor que transforma al chico duro en personaje tierno, al padre conservador en un ser conmovido y de mente abierta, al severo profesor en cómplice evoca justamente la esperanza de negociar con un sistema tradicional sin perder de vista el amor que, como discurso, nos hace modernos.

El amor individual del enamoramiento, el de las mariposas en el estómago y el de «tú me enseñas a hacer hilo, yo te enseño a enamorar» corresponde a concepciones que desafían los matrimonios prescritos, las alianzas sociales, los sistemas de castas y los sistemas de adscripción endogámica, pero también vienen con discursos de consumo integrados de manera bastante original. Corazones o mejor dicho ideogramas con forma de corazón, de telgopor o en forma de globos, inundando tarjetas de San Valentín y en hostales, nightclubs nos recuerdan que el amor se convierte en producto y adquiere un valor de cambio en su dimensión tanto simbólica como discursiva que aun soportan los embates del nihilismo propio de nuestros tiempos.

Y si hay algo que es común entre la idea de amor entre las realidades urbanas del Perú, India y Corea es que compartimos en esperanza la idea de merecer un amor dulce, tierno y tan sublime como el sabor de un chocolate peruano del mismo nombre. Es, creo, con la misma pasión que Felix y Carmen han encontrado el camino para hacernos llegar este dulce sueño de oriente que nos fascina y, por usar una frase propia de la ocasión, nos derrite.

Alexander Huerta Mercado
Antropólogo

Contenido

Prólogo

Introducción

Capítulo 1. Promesas desde Bollywood y respuestas en el Perú

(Felix Lossio Chávez)

1.1 Sobre Bollywood contemporáneo

1.2 Discursos sociales y producción de fantasías

1.3 Encuentros con el Perú: trabajando con la audiencia

1.4 Análisis de imágenes

Bibliografía

Capítulo 2. De Corea con amor: el fenómeno de las telenovelas coreanas en nuestras pantallas

(María del Carmen Vargas Negrete)

2.1 Breve historia de la telenovela surcoreana

2.2 Telenovelas coreanas: fantasías alrededor de la falta

2.3 Encuentros con el Perú

2.4 Análisis de imágenes

Bibliografía

Capítulo 3. El oriente como espejo: notas finales

(Felix Lossio Chávez)

Anexos

Introducción

¿Qué genera que miles de jóvenes peruanos sean fieles consumidores de películas de la India y de telenovelas coreanas? ¿Qué tipo de discursos sociales son producidos por estos referentes y cómo se puede explicar su resonancia en los jóvenes del Perú? ¿De qué manera son estos discursos re-elaborados por la audiencia local? Estas son las preguntas que guían nuestra inquietud. Ser testigos de cómo jóvenes abogados de Lima, estudiantes universitarios/as de Trujillo, escolares de Huancayo o empresarios de Puno comparten estos mismos referentes —construyendo en el camino un circuito de consumo cultural sumamente dinámico en el país—, sin que las esferas de cine o televisión comercial, los centros culturales más importantes o la misma academia lo hayan notado y menos aun incorporado en sus agendas, fue suficiente catalizador para embarcarnos en la aventura de investigar los espacios y las dinámicas del consumo de telenovelas coreanas y cine de la India en el Perú.

La industria cultural audiovisual del oriente ocupa ya un rol protagónico en las fantasías e imágenes occidentales. De hecho, la relevancia de esta industria ha sido asumida por investigadores académicos, críticos de cine y televisión, gestores y operadores de políticas culturales en diversas partes del mundo, en particular a partir de la década de 1990, tanto en sus países de origen como en centros mundiales de producción cultural. Numerosos artículos académicos y libros dedicados exclusivamente al cine de la India y a la industria audiovisual coreana han sido producidos en los últimos años. Al ser el Perú uno de los países con mayor consumo de esta industria, decidimos que sumarnos a dicha reflexión no buscaba únicamente resolver un interés particular, sino saldar una deuda pendiente: investigar este fenómeno de la cultura global actual desde uno de sus «otros centros».

Nos interesa que este texto dialogue con tres campos académicos. El primero de ellos tiene relación con los estudios sobre consumo de industrias culturales en el Perú. Sostenemos, siguiendo a autores que en el país han impulsado este campo, como Santiago Alfaro, Víctor Vich, Gonzalo Portocarrero y Juan Carlos Ubilluz, entre otros, que dichas industrias son en principio agentes socializadores fundamentales en el mundo contemporáneo. Así como la escuela o la familia; el cine, la televisión o los videojuegos, por citar algunos ejemplos, inciden directamente en nuestro proceso de incorporación afectiva al colectivo, en hacer nuestro un mapa de valores, mandatos y deseos que, proyectados en la pantalla, sostienen nuestra realidad. En otras palabras, afirmamos que prestar atención a la «ficción» producida por las industrias culturales no es sino atender a los cimientos de nuestras acciones individuales diarias y a los proyectos colectivos en la realidad. Se trata, pues, de poner atención a nuestra «estructura de sentimientos»1 en un contexto de «múltiples pantallas»2 que orientan nuestros deseos3. O, como precisan Shohat y Stam sobre las audiencias poscoloniales:

«In a transnational world typified by the global circulation of images and sounds, goods and populations, media spectatorship impacts complexly on national identity, political affiliation and communal belonging»(Shohat y Stam 1996: 145)

Por ello, en el presente libro uno de nuestros focos y estrategias metodológicas será identificar y analizar los discursos de las películas y las novelas de las industrias mencionadas, entendiéndolas, precisamente, como documentos sociales privilegiados para el análisis del vínculo social.

Estar convencidos de que las industrias culturales son un terreno fértil para el análisis del vínculo social nos plantea otra exigencia: trabajar con la audiencia. Este es el segundo campo de nuestro interés. Es por ello que, desde la arena de la sociología en general y de los estudios de audiencia en particular, los autores concordamos en que un libro que busca responder a las preguntas inicialmente planteadas no podría dejar de lado la investigación directa con quienes son, quizá, los verdaderos protagonistas de las ficciones: el público. En nuestro caso, se trata de identificar las coordenadas sociales y afectivas de esta audiencia en el Perú, enfocándonos en particular en el caso limeño, y de investigar las conexiones entre dicha audiencia y los textos trabajados. A través de observaciones, entrevistas, grupos focales y sondeos, esperamos haber cubierto esta demanda.

Partimos, entonces, de la premisa de que la audiencia es un ente activo, con la suficiente agencia para re-elaborar las ficciones producidas por la pantalla. Es un error definir a la audiencia como una suerte de lienzo en blanco, una entidad únicamente receptora de las fantasías a través de un ejercicio pasivo-simbólico. Eso existe, claro está. Pero, como veremos, las fantasías de la ficción coreana e india son a la vez re-interpretadas tanto en la generación de discursos propios como a través de imágenes y estrategias que cuestionan sus mismos contenidos o que, como mínimo, contextualizan el «oriente» en las propias coordenadas sociales y geográficas desde donde son recibidas. Para decirlo de otro modo: no se trata de afirmar únicamente que Bollywood y Corea «invaden» la estructura sentimental y sostienen absolutamente la realidad de miles de jóvenes peruanos, sino de entender cómo estos jóvenes operan con esas mismas fantasías para construir sus propias narrativas o incluso para re-afirmar sentidos de pertenencia nacionales. En esta línea, y como veremos en cada capítulo, nos alejamos parcialmente de la visión adorniana de la audiencia en su relación con las industrias culturales4 para acercarnos a lo que los estudios culturales, en particular Stuart Hall, han comprendido sobre dicho vinculo5. En suma: si nos hemos animado a estudiar los contenidos de las películas de la India y de las telenovelas coreanas es porque nos interesa identificar los discursos y vínculos sociales de los jóvenes en el Perú.

Un tercer campo de interés que convocamos en el libro tiene que ver con las relaciones sur-sur o, en un nivel más amplio, con los estudios poscoloniales. La producción-consumo y, dentro de estos, los lazos que se han generado en la tríada Perú-Corea-India, no deben escaparse de nuestra curiosidad académica. ¿Qué tienen estos países en sus historias, en sus mandatos sociales actuales y en sus referentes visuales que han permitido una conexión inesperada entre sus audiencias? Si, siguiendo a Žižek6, las películas pueden ser entendidas como una suerte de sueño colectivo, nos preguntamos aquí, tal como Martel7, de qué manera estas industrias participan del «monopolio de los sueños» del mundo global, dominado históricamente por un intercambio norte-norte o norte-sur. En este libro ofrecemos algunas pistas, pero, en particular en este último campo, dejaremos la posta a los lectores y a futuras investigaciones.

Si bien los autores somos responsables de nuestras propias secciones, el interés que hemos tenido fue siempre el de elaborar un texto que tejiera constantemente sus preguntas y hallazgos. Finalmente, nos vinculaba un ánimo y un fenómeno cultural con un sustrato semejante. Es por ello que los casos han sido constantemente discutidos, releídos y reescritos entre ambos autores. Hemos estructurado el libro en dos grandes secciones ordenadas de modo similar. La primera, a cargo de Felix Lossio Chávez, trabaja las películas de Bollywood; y la segunda, a cargo de María del Carmen Vargas Negrete, se ocupa de las telenovelas coreanas. En ambos casos partimos de un breve mapeo de cada una de estas industrias: datos, breve historia, relevancia mundial. Continuamos con el análisis de los discursos de sus productos (películas o telenovelas) de mayor resonancia en el país, precisando para ello fantasías-eje que atraviesan los mismos. Seguimos luego con la audiencia nacional, identificando sus propias interpretaciones en vínculo con las fantasías anteriormente descritas. Finalmente, analizamos imágenes —afiches, escenas— que aportan, desde un ángulo distinto, a resolver nuestras preguntas, unas veces reafirmando y otras cuestionando nuestros propios hallazgos anteriores. Para concluir, Felix Lossio Chávez ofrece algunas notas sobre las conexiones entre ambos textos y la significancia política del consumo de producciones visuales «periféricas» en el Perú, un campo que requiere aún de mucha más investigación.

Un libro es siempre un esfuerzo colectivo. Desde la India y Corea, agradecemos a Gonzalo Portocarrero, Víctor Vich, Juan Carlos Ubilluz y Rocío Silva Santiesteban por guiarnos en un importante cuerpo de lecturas, pero sobre todo por despertar en nosotros la curiosidad de pensar las películas y telenovelas como documentos sociales de absoluta relevancia para la comprensión del mundo contemporáneo. Silvia Agreda, desarrolló buena parte del trabajo de campo para el primer capítulo y fue una interlocutora permanente en la discusión de las ideas que aquí se presentan. Pero sobre todo agradecemos su compromiso en formar parte del proyecto en todas sus etapas. Leer a Alex Huerta Mercado es imprescindible para acercarnos a la cultura popular peruana contemporánea y aquí, con mucha amabilidad, Alex nos regaló un generoso prólogo, por lo que estamos muy agradecidos. Asimismo, la apuesta y entusiasmo del equipo de Editorial UPC de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas, en particular de Magda Simons y Diana Félix, quienes acogieron el proyecto, ha sido fundamental en el proceso de edición y en el resultado final del libro.

Finalmente, y en especial, agradecemos a los seguidores y seguidoras del cine de la India y de las telenovelas coreanas —en particular a Cecilia Urcia en el caso de Corea—, quienes en todo momento estuvieron dispuestos a conversar y a hacernos parte de sus búsquedas, abriéndonos las puertas a un Perú aún algo escondido. Este libro no sería posible sin todos ellos.

Cabe advertir, para terminar, que el espíritu de nuestro texto es más descriptivo que conceptual, más provocador que teórico. Nuestro ánimo siempre ha sido generar un aporte que dibuje un rostro del Perú muy poco visible todavía. Esperamos por ello que sean los lectores quienes continúen las respuestas ofrecidas a las preguntas planteadas, con sus propias conexiones y reflexiones. También deseamos que este texto los impulse a atender otros referentes culturales como los aquí trabajados – como las telenovelas de Turquía que cada vez adquieren mayor protagonismo - que, aunque alejados de la maquinaria que invade nuestras pantallas oficiales, y geográficamente más distantes, se encuentran quizá emocionalmente más cerca del Perú.

Capítulo 1. Promesas desde Bollywood y respuestas en el Perú

Felix Lossio Chávez

¿Qué tipo de discursos sociales proponen las películas de Bollywood? ¿Qué fantasías sostienen? ¿Quiénes son sus seguidores en el Perú? ¿De qué manera reciben y resignifican dichos discursos? ¿Cómo las distinguen de películas producidas por Hollywood y por el cine nacional? ¿Qué dinámicas culturales se han generado a partir este interés? Estas son las preguntas que guían el presente capítulo. Para responderlas, se seguirá la siguiente estrategia: describir, primero, a partir de la revisión de la extensa bibliografía sobre el tema, la industria del cine de la India. Esto incluye sus principales contenidos, formatos y cifras, además de su situación y alcance en el mundo de hoy. A este estudio le interesa subrayar, en esta sección, los procesos que permiten entender de mejor manera las temáticas de las películas analizadas y la audiencia en el Perú. Luego, mediante el análisis de discurso, se explorarán tres de las películas más vistas en el Perú y en el mundo: Dilwale Dulhania le Jayenge (Aquel del corazón fuerte se llevará a la novia o Amor contra viento y marea), de Aditya Chopra (1995); Kuch Kuch Hota Hai (Algo sucede en mi corazón), de Karan Johar (1998); Mohabbatein (Historias de amor), de Aditya Chopra (2000); y Kabhi Khushi Kabhie Gham (A veces alegría, a veces tristeza),de Karan Johar (2001). A continuación, a partir del análisis de entrevistas, grupos focales y un sondeo realizado entre jóvenes seguidores en Lima, se señalarán los significados que el público peruano otorga a estas películas, así como las dinámicas colectivas que ellos mismos han generado a partir de este consumo cultural. Finalmente, a través del análisis visual, se trabajarán las imágenes de los afiches de las películas mencionadas así como otras producidas y diseminadas por los grupos de seguidores de Bollywood del Perú en las redes sociales. Para el desarrollo de estas secciones se han llevado a cabo, además, observaciones y registros visuales de diversas actividades del cine de la India realizadas en Lima, como proyecciones y discusiones de películas en espacios públicos y privados, talleres de danza de la India y el festival ICALA 2012 (Indian Cinema Awards Latin America). Asimismo, se ha recogido información desde las redes sociales, en particular de los cinco grupos que tienen una presencia continua en Facebook: Portal Cine Indio, Amo el Cine Indio, Bollywood-Perú, El Rincón de Bollywood y Bollywood en Perú; así como de diversas páginas web y foros en internet creados en el país8. El trabajo de campo fue desarrollado entre setiembre de 2011 y mayo de 2012.

1.1 Sobre Bollywood contemporáneo

«—The pseudo intellectuals here try to copy Westerners. We think we are better than westerners. They can´t make films for the Indian audience (Bombay film-maker)»9

Dos características —casi advertencias— que cualquier seguidor del cine de la India en el país señalará de inmediato sobre esta industria son su magnitud y su diversidad. Se hará caso a ambas y, desde ahí, se ubicarán sus coordenadas básicas como industria cultural. No se trata de profundizar sobre las complejidades de la industria y los contextos sociales del Perú, pues esto excede largamente las intenciones de este estudio, sino de ubicar aquellos elementos que tienen un vínculo directo con las preguntas planteadas. Esto permitirá entender de mejor manera sus contenidos y cómo estos son incorporados y resignificados por el público peruano.

La primera característica se relaciona con su magnitud. El cine de la India es, en términos de producción de filmes, la segunda industria más importante del mundo10. Se calcula que la producción de películas supera el millar al año (1 325 títulos en 2008), lo que genera un movimiento monetario anual de alrededor de 100 billones de dólares (107 billones durante ese mismo año). El número de espectadores es aun más sorprendente: un promedio de trece millones de tickets son vendidos oficialmente cada día dentro de la India, a un costo promedio por ticket de 0,55 centavos de dólar, y distribuidos en las trece mil salas de cine oficialmente registradas. Ahora bien, en un país con alto comercio informal, se estima que las cifras reales sean incluso mayores.

De acuerdo con Pendakur, el número de espectadores diarios bordea los veintiséis millones, distribuidos en un sinnúmero de salas y teatros no registrados11. El crecimiento del movimiento fílmico en el país en el siglo pasado ha sido extraordinario: de 346 salas de cine registradas en 1927 a 12 772 en 1997. Por supuesto, estas cifras se entienden también por las variables demográficas. La India es el segundo país más habitado, con una población de aproximadamente 1 027 millones de personas12.

Pero la segunda característica es quizá más importante. Bollywood no es sinónimo de «cine de la India» y mucho menos de «cine hindú»: Bollywood se refiere concretamente a la industria de películas producidas en Bombay (Bombay más Hollywood), en su mayoría en idioma hindi. De hecho, el término mismo se empieza a emplear recién desde la década de 1970. Por otro lado, «cine hindú» es una denominación poco apropiada, puesto que hace referencia a la religión, mas no al lugar de procedencia. El «cine de la India», como bien advierten sus seguidores, es entonces una pantalla espacio-temporal sumamente amplia y, ciertamente, más compleja.

Se trata, para empezar, de una industria compuesta por diversos cines regionales, géneros e idiomas. Destacan, por ejemplo, el cine tamil —con mayor énfasis en las películas de terror— en la región sur, conocido como «Kollywood»; el cine Telugu también al sur, llamado «Tollywood»; el cine de Bengal al oeste, etc. Como en cualquier otra industria cinematográfica, existen diversos géneros, como el melodrama-musical, el cine de terror, la comedia y la película histórico-épica. Estos son los de mayor presencia, pero también es posible encontrar cine documental de mayor realismo social, cine-arte experimental y no pocos remakes de películas de Hollywood. En esta gama, evidentemente, los discursos sociales son distintos, los formatos varían y los públicos objetivos son diferentes, aunque no necesariamente excluyentes13.

Esta variedad geográfica, lingüística y temática está anclada a un proceso temporal. El cine de la India dejó hace buen tiempo de ser el sufrido drama familiar-nacional, y seguramente tampoco permanecerá exhibiendo la juvenil historia de amor atravesada por música y escenarios kitsch, como las que se trabajarán acá. De hecho, de acuerdo con Bhattacharya14LahoreNew DelhiMother IndiaMadre IndiaMother India